ABUSO SEXUAL EN LA INFANCIA DESDE
EL AMBITO FAMILIAR EN EL COLEGIO SILVINO RODRIGUEZ DE LA CIUDAD DE TUNJA.
Según un informe de Medicina Legal, realizado por la psiquiatra epidemióloga Zulma Consuelo Urrego Mendoza, experta en Psicología Clínica y de Familia y con un doctorado en Salud Pública, “La violencia sexual en Colombia, como en otras partes del mundo, ocurre preferencialmente sobre actores sociales con posiciones en la estructura de poder dentro de la sociedad, que les permiten menos acceso al uso de éste. Es una situación que facilita la realización de la potencialidad de poder del agresor sobre víctimas pertenecientes al género femenino o a grupos generacionales infanto–juveniles”.
FAMILIA DE RIESGO:
La primera hace referencia a las familias multiparentales o reconstruidas. Esta estructura familiar puede darse por la separación de los padres biológicos del menor, o por el fallecimiento o la incapacidad de uno de los cónyuges. El progenitor con quien convive el niño en ocasiones lo deja al cuidado de un tercero (tíos, hermanos, abuelos, etc.), quien asume el rol paternal o maternal del menor; otras veces el progenitor con quien convive el niño entabla nuevas relaciones afectivas o estructura un nuevo matrimonio. Dicha situación lleva muchas veces a la deslegitimización del concepto de familia y puede llevar al adulto a percibir como difuso el sentimiento de filiación y responsabilidad con respecto al niño [6]. En su análisis de información por muestreo, Finkelhor, citado por Glaser y Frosh [7], encontró que el hecho de tener un padrastro, o de que un tercero asuma el rol paternal, representa un riesgo cinco veces más alto para el niño que si viviera con su padre natural. Rusell, citado por Glaser y Frosh [7], encontró en sus investigaciones que una de cada ocho mujeres con padrastro había sido sexualmente abusada por él en su infancia. Hay también riesgos asociados, como la delegación del rol cuidador del niño en personas no calificadas y sin supervisión, que hacen que los menores que conviven con un tercero que asume uno de los roles parentales sean cinco veces más susceptibles de ser abusados por amigos o allegados de quien asume dicho rol [7]; en este tipo de familia, el menor es más susceptible de abuso sexual intrafamiliar. El segundo tipo de estructura familiar de riesgo determinado por Perrone [6] se refiere a la estructura monoparental. En este tipo de familia, al igual que en el anterior, se da la ruptura de los padres biológicos del niño; sin embargo, el progenitor con quien este convive no entabla relaciones afectivas con terceros, y formalmente no delega el rol parental a nadie. En este tipo de estructura familiar, el progenitor con quien convive el niño pasa mucho tiempo por fuera del hogar por causas laborales, eso hace que el niño quede al cuidado de vecinos, empleadas, allegados o familiares, o que en ocasiones se quede solo en casa. Esta situación de distanciamiento tanto físico como afectivo con el progenitor, por lo general, hace que el menor se exponga a relaciones interpersonales de alto riesgo con terceros, quienes le ofrecen atención y afecto a cambio de que acceda a ser abusado [2]. Los dos tipos de familia referenciados ofrecen una alta probabilidad de que un niño sea abusado sexualmente. Sin embargo, autores como Vázquez Mezquita, citado por Sanmartín [2], Finkelhor, citado por Glaser y Frosh [7], y Perrone [6] sostienen que en las familias constituidas por padre no biológico y madre biológica, existe un nivel de riesgo de abuso sexual toda vez que hay una diná- mica familiar disfuncional, en la que se presenta algún tipo de violencia, bien sea física o no. Esta información se ampliará en el siguiente apartado.
TIPOS DE ABUSO SEXUAL:
*Violación: penetración en la vagina, ano o boca, con cualquier objeto.
* Penetración digital: inserción de un dedo en la vagina o en el ano.
* Penetración vaginal o anal con el pene o con un objeto.
* Tocar o acariciar los genitales de otro, incluyendo el forzar a masturbar para cualquier contacto sexual.
* Involucramiento del niño en contactos sexuales con animales.
* Propuestas verbales de actividad sexual explícita.
* Exhibicionismo: acto de mostrar los órganos sexuales de una manera inapropiada.
* Obligar a los niños a ver actividades sexuales de otras personas. Ejemplo: padres u otras personas que impliquen a los niños en la observación de coito o ver pornografía.
* Explotación sexual: Implicar a menores de edad en conductas o actividades relacionadas con la producción de pornografía.

EFECTOS Y CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL:
De entre las consecuencias a corto plazo, conviene recalcar un fenómeno importante: el Síndrome de acomodación al abuso sexual infantil, que tiene muchos paralelismos con el Síndrome de Estocolmo y que incluye cinco fases:
1. Impotencia. Los niños víctimas de abuso sexual generan un fenómeno de indefensión aprendida, puesto que sus intentos por evitar el abuso resultan vanos. Poco a poco dejarán de intentarlo siquiera.
2. Mantenimiento del secreto. La manipulación y la amenaza a la que son sometidos les obliga a mantener, sobre todo, en los casos de abuso intrafamiliar una doble vida para mantener el secreto y evitar la revelación.
3. Entrampamiento y acomodación. Si el abuso se prolonga en el tiempo, el niño poco a poco irá asumiendo el papel de pareja del agresor.
4. Revelación espontánea o forzada. Cuando se llega a la revelación, suele ocurrir con un igual, pudiéndose producirse bien de manera espontánea o bien forzada por un adulto al valorar los indicios.
5. Retracción. Si no hay una intervención efectiva, incluso habiéndola, la retracción es frecuente, por culpa, vergüenza o miedo.

Consecuencias a largo plazo
-FÍSICAS. Dolores crónicos generales, hipocondría o trastornos psicosomáticos, alteraciones del sueño y pesadillas constantes, problemas gastrointestinales, desorden alimentario.
-CONDUCTUALES. Intentos de suicidio, consumo de drogas y alcohol, trastornos de la identidad.
-EMOCIONALES. Depresión, ansiedad, baja autoestima, dificultades para expresar sentimientos.
-SEXUALES. Fobias sexuales, disfunciones sexuales, falta de satisfacción o incapacidad para el orgasmo, alteración de la motivación sexual en exceso o en defecto, mayor probabilidad de sufrir violaciones y de entrar en la prostitución, adicciones sexuales, dificultades para establecer relaciones sexuales sanas.
-SOCIALES. Problemas de relaciones interpersonales, ausencia de confianza en los demás, aislamiento, dificultades de vinculación afectiva con los hijos.
BITÁCORA:
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